En el mes de diciembre no solo llego la navidad para los Panameños sino también se dio la mayor precipitación pluvial históricamente registrada. El 8 de diciembre, día en donde los Panameños agasajan a las madres, será un día para no olvidar por los niveles de lluvias que calleron.
Las consecuencias de las lluvias dejaron un saldo de 12 muertos, se suspendió el tránsito por el Canal de Panamá, se cerró la autopista Panamá-Colón, se cerro la ruta del Puente Centenario y se suspendieron las clases a nivel nacional.
Con semejante acontecimiento, el caos y la desesperación se apoderaron de cientos de afectados por el mal tiempo que afecto las provincias de Panamá, Colón, Darién y la comarca de Kuna Yala.
Cuando un acontecimiento como este sucede en un país que es conocido por la ausencia de huracanes, terremotos, y tormentas tropicales y en donde las personas realmente no tienen conciencia sobre como responder ante estas emergencias, el caos se apodera de nuestros medios y la mente colectiva es afectada por el miedo y la incertidumbre.
Cuando todo esto sucedía en mi casa donde he crecido casi desde los 9 años no tuve mayores afectaciones ya que vivo en un área relativamente alta y en donde muy poco sentimos los embates de inundaciones o desbordes de río porque no tenemos ninguno realmente cerca, sin embargo al ver por los medios y también con mis propios ojos los daños en las comunidades pensé en el salmo 18:2
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite!
Como trasmitir este mensaje en un momento en donde has perdido todo, en donde todo en lo que te recuestas ha sido sacudido por la desgracia. Un momento en donde quedas casi desnudo frente a Dios y en donde simplemente debes mirar tu fragilidad vs la solidez de Dios.
Aún a pesar que no fui afectado personalmente por las lluvias, mi casa no sufrió daño alguno y mis familiares tampoco fueron afectados no puedo dejar de pensar los casi 25,000 personas que si fueron afectadas y en donde lo que tenían como sus casas, artículos personales y todo eso fue afectado o destruido por las inundaciones.
Con el deseo de hacer algo al respecto escribí al despacho de la Primera Dama por el internet en espera de recibir respuesta concreta sobre como dirigir cualquier tipo de ayuda que pudiera encontrar o canalizar sin embargo a la fecha nadie me respondió por lo que entonces llamé a un amigo en la comunidad Emberá Drúa del río chagres ya que pensé que su comunidad probablemente había sido afectada.
EMBERÁ DRÚA
Al conversar con el me dijo que 3 botes de la comunidad habían sido arrastrados por la corriente del río y destruidos y que parte de la infraestructura de la comundidad también. Su mayor fuente de ingresos el turísmo había cesado hasta que las lluvías dejaran de caer por lo que no recibirían ingresos en algunas semanas si no dejaba de llover.
Presto a hacer algo escribí a algunos amigos y su respuesta fue inmediata. Al lograr colectar ayuda para llevar a esta comunidad conformada por aproximadamente 110 personas nos dirigimos un sábado en la mañana para llevar la ayuda.
Al llegar al puerto de Corotú en el lago alajuela pude ver el color rojizo del lago producto de las toneladas de lodo que probablemente había arrastrado la noche anterior y la inmensa cantidad de arboles y ramas que había traído a su paso.
Después de ver todo en el lago decidimos llevar la ayuda a la misma comunidad y subir en una de las piraguas (bote).
Mojados completamente por la lluvia pero animados por el deseo de contribuir pudimos arribar a la comunidad de Emberá Drúa en donde dejamos las bolsas de comidas a los líderes quienes realizarían su respectiva distribución a las familias.
LA MEJOR AGUA ESTA UN POCO SUCIA
El mal tiempo igualmente pasó factura a la producción de agua, y es que debido a la alta turbiedad en los ríos que nutren del vital líquido a la Planta Potabilizadora de Chilibre, esta tuvo que reducir su capacidad de producción hasta en un 40% lo que provocó una disminución en la presión en ciertos sitios de la ciudad capital y casi dos meses de intermitencia en la producción de agua.
El agua de Panamá que es conocida incluso internacionalmente como una de las mejores para beber desde el grifo por casi dos meses salía bastante sucia y esto provoco en la población una situación de tener que invertir en compra de botellas de agua o algo acercarse a los carros del IDAAN que repartían en diversos puntos de la capital.
Esto fue definitivamente sólo una pequeña muestra de que un acontecimiento tan pequeño pudo causar tantos problemas en nuestro país y especialmente en ciudad de Panamá.
UN CARNAVAL POR YAVIZA
Las fechas del pasado sábado 5 y domingo 6 de marzo sirvieron para que pudiera asistir junto a miembros de la iglesia luterana a la comunidad de Yaviza en la provincia del Darién a unos 200 km de la ciudad de Panamá para llevar la asistencia a familias que fueron afectadas por las inundaciones ocurridas el pasado mes de diciembre que hasta la fecha todavía sufren las consecuencias de haberlo perdido casi todo.
La oportunidad de servir en la comunidad fue realizada en coordinación con dos maestras locales, Jeovana y Nora quienes con su experiencia y contactos en la comunidad pudieron proveerle a la iglesia la oportunidad de servir a las familias mas necesitadas.
Esta oportunidad también sirvió para dar testimonio en fechas del Carnaval y predicar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo a todos aquellos que pudimos y entregar no sólo bolsas de comida sino dejarles la palabra de Dios.
Pedimos sus oraciones por esta comunidad y sus habitantes y que aquellos que todavía no conocen del perdón en Cristo Jesús pueda empezar a caminar en sus caminos por medio del bautísmo y como disíipulos.