Para empezar este articulo del blog, quiero referir a lo acontecido en el Evangelio de Lucas...
Un mendigo ciego recibe la vista
Sucedió que al acercarse Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna. Cuando oyó a la multitud que pasaba, preguntó qué acontecía.—Jesús de Nazaret está pasando por aquí —le respondieron.
—¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! —gritó el ciego.
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él se puso a gritar aún más fuerte:—¡Hijo de David, ten compasión de mí!
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando el ciego se acercó, le preguntó Jesús:
—¿Qué quieres que haga por ti? —Señor, quiero ver.
—¡Recibe la vista! —le dijo Jesús—. Tu fe te ha sanado.
Al instante recobró la vista. Entonces, glorificando a Dios, comenzó a seguir a Jesús, y todos los que lo vieron daban alabanza a Dios.
Al igual que este mendigo, muchos de nosotros andamos en la vida, pordioceros de nuestras circunstancias, esclavos de nuestro pecado, aislados y malolientes por las consecuencias de nuestra desobediencia y sin ninguna esperanza de ver los rayos de luz, colores de la vida y alegrías por la bendición de Dios.
Como este mendigo muchas veces hemos tenido la oportunidad de escuchar sobre Jesús sin embargo nuestra falta de Fe, nos alejan mas que acercarnos a El ya que estamos ciegos en el corazón, no somos capaces de ver que Dios puede devolvernos la vida que hemos perdido y restaurar hasta la ceguera mas severa que tengamos.
Muy a pesar de nuestra condición pordiosera, descuidada y maloliente, el Cristo bajo del cielo, se hizo hombre, renuncio a su condición divina y se encarno para habitar entre nosotros como muestra del cumplimiento de su promesa, no para devolvernos solo la vista terrenalmente sino para sanarnos de la ceguera espiritual que no nos deja ver mas allá de nuestras necesidades físicas y poder ver un poquito de lo que nos espera en la eternidad con El.
Al igual que el ciego muchas veces Jesús pasa a nuestro lado, esperando de nuestra parte oir los gritos a todo pulmón, esperando que le llamemos, que clamemos, que reconozcamos que el que pasa por delante de nosotros es el Señor de la vida, quien entrego la suya para salvar la mía como muestra de su amor infinito.
Que quieres pregunta Jesús? recobrar la vista? recobrar la esperanza? poder ver mas allá de tus circunstancias? abrir tus ojos a la necesidad que no solo tienes tu sino el prójimo que te rodea.
Pide a Dios con Fe y cree que El, el puede devolverte no solo la vista sino la esperanza que has perdido y una vez el haga esto en ti, Síguelo con todo tu corazón.
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