El mes de febrero es el más corto de nuestro calendario y en Panamá significa para muchos la llegada desafortunada de los carnavales.
Para los que no conocen lo que es un carnaval, la misma es una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año), y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Por extensión se llaman así algunas fiestas similares en cualquier época del año. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
El origen de su celebración parece probable de las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir del siglo XV.
Los etnólogos encuentran en el carnaval elementos supervivientes de antiguas fiestas y culturas, como la fiesta de invierno (Saturnalia), las celebraciones dionisíacas griegas y romanas (Bacanales), las fiestas andinas prehispánicas y las culturas afroamericanas. Algunos autores consideran que para la sociedad rural, fuertemente estructurada por el cristianismo, el tiempo de «carnestolendas» ofrecía mascaradas rituales de raíz pagana y un lapso de permisividad que se oponía a la represión de la sexualidad y a la severa formalidad litúrgica de la Cuaresma.
Este año y desde hace muchos que deje de participar de los mismos, sin embargo tome un día para llevar a mis amigos James y Christel quienes no habían tenido la oportunidad de ver de que se tratan. A pesar de que habían escuchado muchas cosas feas y negativas sobre los carnavales, decidieron aceptar mi invitación para caminar por la vía España y ver con sus propios ojos de que se trata.
Despues de caminar casi desde la Iglesia del Carmen hasta la intersección de vía España con vía Brasil fue cuando empezamos a ver realmente donde se había agolpado las personas, y es que en la vía Brasil fue que se colocaron los carros cisternas que mojaban a las personas que allí estaban.
Es también en estas épocas cuando los cristianos (mayormente evangélicos) aprovechan para realizar sus retiros de jóvenes y retiros espirituales para mantenerse alejados de todo lo relacionado con estas fiestas.
Alguna de las motivaciones a hacer esto obviamente es evitar dejarse llevar por la invitación al libertinaje.
Mi familia por el lado de mi madre es de la región de Azuero, específicamente la provincia de Herrera y desde muy pequeño estuve expuesto a estas fiestas, en el principio lo vi como algo cultural que habíamos heredado de las tradiciones españolas sin embargo al encontrarme con los significados historicos del mismo y la relación que tiene con el paganísmo pude ver que las mismas también tenían un significado espiritual.
Leyendo la palabra uno se puede encontrar con pasajes como estos.
El apostol Pablo les escribe a la iglesia en corinto en su 1era carta a los corintios 6:12
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.
La vida del Cristiano no se trata de alejarse del mundo y no convivir en el, ya que Cristo mismo vino a el y convivio en medio de nosotros, pecadores. Por consiguiente y a pesar de que la motivación de alejarse de estas fiestas parece algo bueno no nos hace mas santos a quienes no participamos de los que si participan. Tampoco significa que al alejarnos estamos vacunados para no hacer lo malo, no pensar lo malo y hacer siempre el bien.
Las palabras del apostol Pablo a los corintios nos recuerdan que el Cristiano vive bajo la libertad de la gracia de Dios sin embargo no todas las cosas son beneficios para nosotros y es precisamente el Carnaval un ejemplo concreto de una celebración en la cual tenemos la libertad de participar mas sin embargo no es conveniente.
También el apostol señala que todas las cosas nos son lícitas, mas sin embargo no debemos dejarnos dominar por las mismas. Y es precisamente en este punto que quería comentarles que pareciera que la dinámica social ha llevado incluso a los creyentes al punto de aceptar el libertinaje como algo que no hace daño ya que es por un corto periodo de tiempo y despues que pasa podemos volver a nuestras vidas cotidianas.
El apostol Pablo enseñando a la iglesia de los Gálatas dice:
5:13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Agrega además: 5:16-17 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Vivir bajo la gracia de Dios no significa alejarse del mundo sino estar en el mundo siendo la sal y la luz que alumbra en medio de la oscuridad.
Hacer esto solo es posible por medio de Cristo y presentando el Evangelio a todos incluso en tiempo de carnaval.
Ese día a pesar de que caminamos por toda la vía españa e incluso llegamos a donde estaba la mojadera y haber subido al carro para tomar las fotos no fuimos mojados con el agua que la gran mayoría si fue y esto precisamente es la analogía que quería traerles. Uno puede estar en el carnaval sin realmente tomar parte activa en la celebración del mismo.
2 comentarios:
ahhh si... gracias por este post Milton.
de nada... espero te haya gustado =)
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